La policía llega al lugar y arrestan a los jovenes justicieros. "¡Arrojen sus armas, arrójenlas!" eran las arengas que hacían los policias. Lucía, Terry y Lucas caminan resignados hacia el automóvil, con las manos esposadas. Las nubes se oscurecen y la lluvia empieza a caer. Muchas aves que en la zona habitaban empiezan a migrar hacia quién sabe donde. Habian gaviotas, pajarillos, aves rapaces como gallinazos, halcones y lechuzas. La noche es lluviosa y con fuertes truenos. La comitiva policial se retira del lugar raudamente.
"No es justo" dice Lucía, llorando. "No llores, Lucy, ya pasará..." la consuela Lucas, limpiándole las lágrimas. "Tenemos que pensar en algo, no podemos quedarnos de brazos cruzados, mira este terrible clima, la naturaleza nos necesita" dice Terry, entusiasmado pero apresurado. Ahora los rayos revientan furiosos en la atmósfera; Lucía sigue llorando pero algo la silencia: Un "tengo una idea" escapa de sus labios.
"¿Qué idea tienes?" le pregunta Terry, un poco incrédulo. "Dentro de pocos minutos pasaremos frente a un dormido volcán. Me gustaría probar un momento la capacidad de mis poderes" dice convencida. "No vayas a cometer una locura", le dice Lucas. "Nooo, no temas, Lucas, no será así" dice confiada. Terry miraba con atención las maniobras que Lucía ejecutaba.
La tormenta continua y Lucía mira fijamente la boca del volcán Cori. Una fuerte remezón estremece el viaje de la comitiva policial. Lucía inicia el proceso de erupción de aquel volcán.
Ahora la tormenta se torna más efusiva y caotica, con caida de arboles y rayos que alumbran todo el panorama. Uno de los rayos cae sobre uno de los autos, averiando su antena de radio. "¡Maldición, ya no tenemos comunicación!" grita un oficial, muy ofuscado. "Debemos detenernos" aconseja otro oficial. Lucía comienza a emanar lenguetas de fuego que calienta el ambiente dentro del auto, donde estaba junto a Lucas y Terry. Finalmente, el volcán hace erupción.
La chispas de lava salpican por todo el perimetro del lugar y la comitiva acelera la velocidad y se alejan del lugar rapidamente. Lucía controlaba la furia del volcán con sus manos y con sus aspecto ya transformado en mujer de fuego. Lucas la contemplaba anonadado ante tanta fuerza y destreza en el manejo de sus poderes. Pero Lucía pierde el juicio y empieza a descontrolarse y hace que el volcán explote en millones de pedazos, cayendo grandes trozos de lava y rocas sobre los autos. "Ya basta, Lucía, contrólate" le grita Terry. Lucas reacciona y le lanza un chorro de agua abundante.
Pero el volcán continua emanando chorros de lava y cae sin control sobre ellos. Sin embargo, una capa protectora transparente, retiene las rocas de fuego que caen del volcán. Terry se asoma por una de las rendijas de la pared del automovil y observa una misteriosa sombra que esta parada frente al volcán, protegiendo a la comitiva con una capa transparente. La tormenta empieza a cesar y el volcán se calma poco a poco. Terry mira con asombro a la sombra que apacigua lentamente el terrible panorama. De inmediato, la sombra hace ligeros movimientos y desaparece ante la mirada atónita de Terry. El volcán duerme otra vez y la tormenta se desvanece hasta evaporarse.
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